Imma Merino presenta un concepto del Realismo, donde a pesar de la precisión de su tratamiento, la idiosincrasia del tema no tiene importancia. El artista, tan sólo hace mención a una cierta actitud ante la realidad, en la que la plasmación de esta, no tiene porque ser necesariamente copia o imitación, aunque si ajustarse a cierta visión generalizada, a través de ofrecer entornos y personajes atractivos, juego cromático de tonos vivos, suaves y neutros, pincelada pulcra y una luminosidad intensa y abrumadora, todo ello para ofrecer una contemplación placida y serena, muy agradable al espectador, que admira tanto su tratamiento técnico como la escena o situación expresadas en la obra, con el fin de transmitir una pintura nítida y transparente, que acerque al espectador al arte, sin complicaciones.
Pierre Auguste Renoir
Si el arte pudiera explicarse, como decía Renoir ya no sería arte, porque el arte es, sensaciones, emociones y vivencias. Y hoy día lo que no es teorizable no es bueno y el resultado es que muchas obras llamadas de arte, necesitan de un libro de instrucciones para comprenderlas y lo triste es que ningún libro puede explicar los sentimientos del artista, la emoción que ha sentido en su interior en el momento en que ha dislumbrado la llama de la inspiración.
Es por estas y otras razones que es grato; reconfortante diría yo, poder ver, sentir y disfrutar de una obra que además de pensada y vivida es también sentida en el alma de la artista. Una obra que nos emociona al contemplarla, que nos atrae sin vacilaciones y nos envuelve y arrastra como deseaba Renoir.
El trabajo de Imma Merino es un goce para los sentidos y lo es mas si cabe cuando sin prisas vamos entrando en la obra, permitiendo que sea parte de nosotros o nosotros de ella, para poder disfrutar de lo que la artista ha plasmado y poder percibir las emociones que la artista ha sentido en el momento de su creación. Es entonces cuando uno se da cuenta que el espacio pintado por Imma Merino es solo una excusa que la artista ha utilizado para darnos a conocer un mundo de sensaciones y sentimientos, un espacio que nos dice que la obra no acaba en los limites del lienzo, sino que estos solo indican lo que la artista ha tomado para darnos a entender que mas allá del cuadro, sigue habiendo belleza, sigue habiendo vida, sigue habiendo sentimientos y emociones.
En la obra de Imma Merino, no solo son visibles las formas y colores colocados sabiamente por la artista, sino también su universo personal, ese universo nacido de sus entrañas y que nos ofrece a través de su arte, para que nosotros también seamos partícipes de el y podamos descubrir el resultado de su libertad creativa.
De la Asociación Internacional de Críticos de Arte
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Sol, luz, bienestar, tranquilidad, sosiego, paz; los protagonistas de su obra parecen haber abandonado el mundo tal cual es, lo anodino y ordinario, para ser elevados a un mundo casi divino, eterno en su momento de juventud y belleza, nos evoca tiempos inmemoriales, cual fuese la cultura griega o egipcia, tal vez una mezcla de ambas, un canon griego encarnado en el mundo actual.
Momentáneamente se deja embaucar por el agua, la plasma en sus cuadros y finalmente es ese agua, ese elemento marino el que penetra en sus figuras para ser transformadas como digo en «marinas humanas», tempestades de mar que forman la serenidad de sus cuerpos retratados.
El trabajo de Imma Merino es un goce para los sentidos y lo es mas si cabe cuando sin prisas vamos entrando en la obra, permitiendo que sea parte de nosotros o nosotros de ella, para poder disfrutar de lo que la artista ha plasmado y poder percibir las emociones que la artista ha sentido en el momento de su creación. Es entonces cuando uno se da cuenta que el espacio pintado por Imma Merino es solo una excusa que la artista ha utilizado para darnos a conocer un mundo de sensaciones y sentimientos, un espacio que nos dice que la obra no acaba en los limites del lienzo, sino que estos solo indican lo que la artista ha tomado para darnos a entender que mas allá del cuadro, sigue habiendo belleza, sigue habiendo vida, sigue habiendo sentimientos y emociones.
En la obra de Imma Merino, no solo son visibles las formas y colores colocados sabiamente por la artista, sino también su universo personal, ese universo nacido de sus entrañas y que nos ofrece a través de su arte, para que nosotros también seamos partícipes de el y podamos descubrir el resultado de su libertad creativa.
Pere Ventura Julià – (Artista pintor)