LA NECESIDAD DE EDUCAR EN ARTE Y CULTURA

La cultura es consecuencia social y su manifestación tangible. El arte, necesita la ayuda, la aportación de todos nosotros. El intercambio entre lo que nos lega nuestra historia, nuestra identidad y la aportación moderna, el actual endevenir es lo que da significado y consistencia al concepto de cultura y arte.  

La cultura se desarrollará donde haya individuos, forma parte de nosotros, es inherente al ser humano y esto es algo que todos debemos entender bien, no necesita de grandes recursos para su desarrollo. Educar en la transcendencia, en la importancia de la cultura y en el arte, si es necesario, educar, poner en énfasis, en valor. Sin educación se destroza el pasado, se pierden los referentes que otorgan la razón de ser que da sentido a lo que somos hoy, a nuestra sociedad actual, a nuestra forma de vivir y de entender el universo.

El artista refleja lo que ve a su alrededor, sus vivencias, su sociedad de igual modo que refleja lo que hay en su interior, sus pensamientos están influidos por sus experiencias, por su vida interior y por la sociedad de la que forma parte. Por esto la educación en el arte es lago más que instrucción en historia, es más que conocer métodos artísticos. La expresión de todo arte y, claro, también de la pintura forma parte del contexto en que se crea, y transmite aspectos que conforman esa cultura, de la época, el entorno, los individuos que configuran todo el entorno del creador, y del propio artista.

Incluir la cultura, el arte y con ellos la pintura en las aulas, es sinónimo a canalizar las experiencias y conocimientos colectivos de siglos y es la huella de nuestra identidad, nuestra historia como seres individuales que pertenecen a una colectivo identitario.

El conocimiento de y en el arte es fundamental para la formación de los individuos. Es por ello que la UNESCO incentiva la creación de programas educativos que contengan estas materias. Los beneficios del arte son muchos: favorece la tolerancia, aumenta la sensibilidad, potencia que se aprecie la diversidad, favorece el pensamiento alternativo y un modo más creativo de resolución de problemas, promueve la autoestima, mejora la actividad manual, estimula  la imaginación y la capacidad de concentración, entre otras muchas capacidades creativas e intelectuales.

Sin embargo el arte sigue viéndose como una actividad al alcance de unos pocos. Las actividades artísticas son tan necesaria como otras disciplinas (deporte, psicomotricidad) pero no se les da el mismo protagonismo en las aulas, siendo vistas por muchos como asignaturas de segunda.

Ya son muchos quienes señalan el valor y la necesidad de una educación que tenga en cuenta la sensibilidad y con ella, o a través de ella, al arte.

Hoy más que nunca la innovación, creatividad, la imaginación son conceptos muy demandados por las empresas. La idea de inteligencia ya no se cierne únicamente a las habilidades en matemáticas o lenguaje. La fuerte competencia y el reto de un mundo altamente cambiante solicita de personas ingeniosas y con capacidad de pensamiento alternativo y estas cualidades están íntimamente relacionadas con las capacidades artísticas.

Los beneficios de una educación en el artes son innumerables. Muchos viejos esquemas sobre la exactitud, se desintegran ante la necesidad de un cambio. La propia naturaleza intrínseca en el arte desarrolla el pensamiento crítico y abre alternativas. Lo correcto y lo incorrecto se difumina y abre nuevas perspectivas al discurso lógico. No hay una sola forma de inteligencia y la artística tiene un valor indiscutible.

El arte forma parte del ser humano, de su naturaleza.  Inma Merino

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