Mi pincel, mi fiel aliado y mágico compañero que me acompaña por mis agitados interiores, proporcionarme ancla y el sosiego. Una vara llena de magia cual instrumento de mago o de hada. Él asienta mis pensamientos y arrolla a mi alma. Mi pincel se incrusta en mi mano y en mi brazo, es mi cuerpo, vive en él, se alimenta de él. ¿Quizás se yo quien le ha convertido en un instrumento al usarlo para alimentarme de mil colores?.

Me acerca a los colores del universo, me ayuda a repartirlos por el lienzo para reflejar lo que vive en mi. Mi cetro para gobernar lienzos. Con el dirijo mi paleta cual orquesta sinfónica. Juntos desenredamos para volver a enredar los hilos del universo y crear mi imaginario. Juntos mostramos al mundo lo que solo puedo ver cuando cierro los ojos.

No me niegues el canto de tus colores, muéstrame el camino salpicado de cien mil colores, orgía de inquietante belleza. Sólo luz con su Arco Iris tiene tan diversa belleza. Tanto amor y gratitud por lo que puedo apenas rozar, llenan mi jarra con un destello de divinidad.

Compañero de mil batallas que me muestra el camino que lleva a mi centro. A ese lugar inexplorado que todos tenemos silenciado, oculto bajo capas y capas, órganos y pieles, de carne, hueso y sangre. Amasijo carcelario en el que nos priva de nosotros mismos, de nuestra esencia.

La pintura y el arte nos acerca a todos nosotros ese lugar de nuestros adentros, ese punto donde el sueño se hace realidad, donde creamos nuestro futuro. Un lugar de ensueño más real que lo que creemos poder tocar.

No te alejes amigo, acompaña mis pasos, se mi guía, continua siendo parte de mi, guía mi mano y permite que mi mano te guíe a ti. Mi pincel, mi fiel aliado y mágico compañero

Mucho más que un simple instrumento, muchísimo más que una herramienta, una parte de mi cuerpo y una parte de mi esencia. El pincel llega a mi y se funde conmigo. Somos lo mismo, somos uno.

No me niegues el canto de tus colores, muéstrame el camino salpicado de cien mil colores, orgía de inquietante belleza. Sólo luz con su Arco Iris tiene tan diversa belleza. Tanto amor y gratitud por lo que puedo apenas rozar, llenan mi jarra con un destello de divinidad.

Compañero de mil batallas que me muestra el camino que lleva a mi centro. A ese lugar inexplorado que todos tenemos silenciado, oculto bajo capas y capas, órganos y pieles, de carne, hueso y sangre. Amasijo carcelario en el que nos priva de nosotros mismos, de nuestra esencia.

La pintura y el arte nos acerca a todos nosotros ese lugar de nuestros adentros, ese punto donde el sueño se hace realidad, donde creamos nuestro futuro. Un lugar de ensueño más real que lo que creemos poder tocar.

No te alejes amigo, acompaña mis pasos, se mi guía, continua siendo parte de mi, guía mi mano y permite que mi mano te guíe a ti.

Mucho más que un simple instrumento, muchísimo más que una herramienta, una parte de mi cuerpo y una parte de mi esencia. El pincel llega a mi y se funde conmigo. Somos lo mismo, somos uno.

Mi pincel, mi fiel aliado y mágico compañero

CONTACTOMis galerías